El lienzo tiene una suavidad que desconoce la seda,
solo comparable a una segunda piel
de propiedades espirituales, oníricas.
Suavidad que solo entiende el pigmento
y de “la marta” las fibras
que visten su desnudez.
Hay que palparlo si se deja, olerlo,
contemplarlo como un dios.
Estad seguros de que cuando esta vestido,
es omnipotente.
Solo cuando ese vinculo aparece
se produce el verdadero arte;
ciclo sin fin de intercambio de almas y pieles.
Rocío Barroso Mira
14/05/2014
La complejidad de florecer. Esta técnica mixta nace de mi amor por los dibujos rápidos (garabatos) y el collage o scrap, que se combinan para dar lugar a este concepto de rosa. Pintura acrílica, cartón ondulado y celofan rojo.
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